top of page

Voy a confesarles algo.


Como uds ya saben, quienes están aquí, en éste espacio son personas a las que les interesa la decoración, les gusta la armonía y los espacios bonitos, un poco de estilismo para su hogar y tienen la iniciativa de decorar sus espacios por sí mismos. En muchos casos, observan al decorador/a pero no están dispuestos a pagar por el proyecto de uno/a.


Bueno, aquí debo confesarles un gran error que se está repitiendo a medida que las voy conociendo en las asesorías.


A la hora de hacer reformas buscan directamente relacionarse con los rubros. Muestran una foto a los pintores y reproducen una imagen en textura y color ( ¿cómo lo logran? Porque el especialista sabe, es especialista y puede lograrlo)

Así muestran referencias a carpinteros, electricistas, albañiles, etc etc y cada uno logra reproducir las imágenes que les muestran de referencia, precisamente porque saben, tienen el conocimiento y la experiencia para realizarlo de manera profesional.


Ahora, ¿ qué sucede cuando la reforma está terminada?

Se encuentran cara a cara con su casa de sueños terminada, lista para hacerla funcional a sus habitantes y decorarla.


Comienzan a comprar lo bonito, lo nuevo, “lo de moda” y a llenar los espacios de manera casi compulsiva.

Compran muebles que luego no les son funcionales, dejan espacios inmensos vacíos porque “no saben qué poner”, cambian cojines de manera constante porque no logran encontrar el tono perfecto.


Mis clientas llegan muchas veces en la última etapa, la de la frustración por no lograr sentir que esa casa sea un hogar.


Aquí quiero compartirles una reflexión que suelo poner de ejemplo.


Como les comenté antes, pueden ir con imágenes de revistas, Pinterest e Instagram a cada rubro y reproducirlas en sus viviendas por la redundante razón de que son especialistas.

Entonces, al momento de elegir un estilo acorde a las necesidades y preferencias de los habitantes, al momento de hacer de un espacio un lugar funcional, al momento de crear espacios y hacer de una casa (una estructura) un hogar, ahí, en ese momento, deberían ir en busca de su interiorista o decoradora. Para que de manera profesional elabore un proyecto ahorrando así tiempo y dinero.

En éstos momentos recuerdo una frase que decía una profesora en mi escuela de decoración (interiorismo)

“Decorar no es poner un florero sobre una mesa. Decorar implica el conocimiento del espacio, el conocimiento de las necesidades y gustos del cliente, implica un concepto, un hacia dónde, un estilo. Es hacer de una casa un espacio funcional y a la vez darle un sentido”

Yo agregaría, aún haciendo estilismo se necesita partir de reglas. Aunque luego las rompamos para hacer crecer nuestra creatividad.


En fin, lectores lectoras, necesitaba expresar esto aquí, porque muchos de uds no llegan a ser mis clientes y no puedo mantener ésta conversación.

Ahora, a la hora de transformar su vivienda en su hogar, pueden recurrir a las asesorías. De ésta forma, pueden ir transformando sus espacios ustedes mismas, como les gusta hacerlo, pero conociendo el propósito, el fin, la idea que las llevará a vivir los espacios y disfrutarlos. A crear el hogar de sus sueños que les despierte felicidad y dónde se formen sus más lindos recuerdos.


Aquí sigo, creando espacios que despierten emociones.


Gracias por estar ahí.

Ana

Comments


bottom of page